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Espacios Verdes

ARBOLADO PÚBLICO

Un árbol de ciudad cumple funciones sociales y ambientales y su plantación se realiza siempre para aumentar el bienestar de sus habitantes; entre las más conocidas se señalan las siguientes:

Funciones ambientales:

Regulación hídrica: El árbol amortigua la caída de las gotas de lluvia, facilitando el deslizamiento de agua a través de las hojas, ramas, tronco hasta llegar a las raíces. De este modo amortigua el impacto de las gotas de lluvia en el suelo evitando su compactación y erosión.

Regulación térmica: El árbol da sombra en verano, y al refrescar el aire circundante, causa bienestar a personas, plantas y animales que se encuentre debajo de su copa. La ausencia de árboles aumenta la temperatura del ambiente.

Regulación de la velocidad del viento: Los árboles disminuyen la velocidad del viento mejorando el ambiente.

Regulación de la contaminación del aire: El árbol filtra los vientos a través de su copa. El aire atraviesa la copa del árbol y las hojas y cortezas rugosas actúan como filtro de polvos, cenizas, humos, esporas de hongos, polen y demás impurezas.

Capturan dióxido de carbono: Las hojas de los árboles toman el dióxido de carbono del aire durante el día, y devuelven al ambiente oxígeno puro, enriqueciendo el aire que respiramos.

Reducen la contaminación por ruidos molestos: Los árboles amortiguan el impacto de las ondas sonoras y reducen los ruidos en calles, rutas, parques y zonas industriales.

Reducen la contaminación de las aguas: muchas especies tienen una función remediadora, consumen aguas contaminadas,  disminuyendo la concentración de metales pesados en las mismas.

Aumentan la biodiversidad: Junto a los árboles aumentan las poblaciones de plantas y animales. Muchas especies de árboles además, han coevolucionado junto a insectos y aves polinizadoras, dispersoras de frutos, semillas y microorganismos del suelo.

 

Funciones sociales:

Mejoran la calidad de vida: Los árboles alrededor nuestro nos hacen la vida más agradable. La mayoría de nosotros respondemos favorablemente a la presencia de árboles admirando su belleza. Junto a los árboles nos sentimos más serenos, sosegados, descansados, tranquilos. La fuerte relación entre personas y árboles se evidencia en la resistencia de una comunidad de vecinos a que se talen o poden indiscriminadamente los árboles de un pueblo o ciudad.

Valorizan la propiedades residenciales: Una casa con árboles y arbustos a su alrededor, siempre tendrá mayor valor inmobiliario que aquellas que no los tienen.

Ahorran energía eléctrica: Árboles y arbustos estratégicamente ubicados alrededor de una vivienda, sombrean paredes, patios, techos y ventanales disminuyendo la temperatura ambiental, y asimismo el consumo de electricidad por el uso de aire acondicionados, ventiladores, etc.

Cada árbol posee una serie de características propias que lo hacen apto o no para la vida en la ciudad.

 

 

ÁRBOLES PARA VEREDAS

Especies recomendadas para alineado según el ancho de sus veredas

 

Para veredas inferiores a 3,5 m de ancho se recomiendan:

Crespón o espumilla  (Lagerstroemia indica)

Ciruelo japonés (Prunus cerasifera)

Pezuña de vaca (Bahuina cancicans)

Rosa de siria o Rosa china (Hibiscus Syriacus)

Árbol de judea (Cercis Siliquastrum)

Arce japonés (Acer palmatum)

Acacia de Constantinopla (Albizia julibrissin)

Acacia bola (Robinia pseudoacacia var. umbraculifera)

Rhus (Rhus typhina)

Anacahuita (Blepharocalix tweedii)

 

Para veredas entre 3,5 y 5,50 m de ancho:

Acacia blanca (Robinia pseudoacacia)

Tilo (Tilia moltkei)

Fresno americano (Fraxinius angustifolia)

Sicomoro (Acer  pseudoplatanus)

Acacia del Japón (Sofhora japónica)

Catalpa (catalpa bignonioides)

 

Para veredas mayores a 5,5 m de ancho:

Liquidambar

Jacarandá

Arbol del cielo

Lapacho

Plátano

Tipa blanca

Ginkgo biloba

Castaño de indias

Ibirá pitá

Tulipanero

 

Especies que no se recomiendan para veredas:

Sauces (salix sp)

Álamos (populu sp)

Gomeros (ficus sp)

Ceibos (erythrina cristagalli)

Palo borracho (chorisia speciosa)

 

 

ALGUNA CONSIDERACIONES PARA EL ARBOLADO URBANO

Si lo que se pretende con el arbolado urbano es un buen aspecto estético y un bajo costo de mantenimiento habría que considerar los siguientes aspectos:

Tipo de raíz: los árboles de raíces profundas (pivotantes) dañan menos las veredas que los de raíces superficiales; se deben evitar por lo tanto especies ávidas de humedad del suelo porque buscarán siempre los desagües.

 Follaje: Conviene elegir siempre árboles de hojas caducas y pequeñas o medianas ya que obstruyen menos los desagües y facilitan su barrido y recolección.

 Floración: Son preferibles para vereda especies de floración explosiva, aunque sean momentáneas.

 Frutos: Igual que el caso anterior. Los frutos pueden embellecer el entorno u ocasionar trastornos por su tamaño, textura, forma, aroma, etc. Son preferibles las especies de frutos secos, no muy grandes.

 Tamaño: Si tenemos en cuenta el tamaño que alcanzará un árbol en su edad adulta, la elección de cada especie estará determinada en gran medida por el ancho de la calle, vereda, la altura y distancia de los frentes de edificación.

 Forma: Se piensa siempre en la copa y en el tronco. La copa debería ser amplia y alta, en tanto que el tronco debería ser recto y libre de espinas y ramificaciones basales.

 Rusticidad: Siempre se adaptan mejor árboles que resisten enfermedades, lastimaduras y contaminaciones (escapes de autos, contaminación del aire, lavados de veredas, restos de metales pesados, aceites, combustibles, etc.

 Longevidad: Es un aspecto importante ya que el costo de plantación y el cuidado del árbol hasta que es lo suficientemente fuerte, es elevado. Esto condiciona la adaptación futura de los árboles a su entorno, su desarrollo y sanidad.

Generalmente un árbol de hojas caducas se disfruta tanto en los períodos de foliación, floración, fructificación como cuando está perdiendo las hojas.